Hace no mucho que di el paso y me convertí en un orgulloso portador de un smartphone. Al principio entre la novedad y el desconcierto no supe valorar bien lo que vale un cacharro de estos y pensaba que mi ebook era una herramienta mucho mas transformadora.
Creo que me equivocaba, sigo sin atreverme a decir cual de esta dos herramientas que llevo encima todos los dias es mas transformadora pero empiezo a ver que utilizar un dispositivo de este tipo puede abrirte un mundo de posibilidades.
En mi caso me posibilita empezar a a utilizar el blog como un verdadero cuaderno de notas. Escribir me cuesta horrores y es algo que sólo me sale en momentos de inspiración. Tener que esperar a llegar a casa para escribir un post hace que se pierda mucha de esta inspiración. Al final la mayoría de las ideas se quedan en el tintero. Poder hacerlo en cualquier momento, separando el momento inspiración, que es impulsivo del de edición que es mas reflexivo creo que puede ayudarme a escribir más, y parafraseando al gran Urrutia: escribo para saber lo que pienso. Y ojo que digo escribir. No todo lo que escribo acaba viendo la luz.
Es una herramienta que puede ser muy poderosa pero como ya dijo Stan Lee: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». El problema es que se te pueden colar muchos «ladrones de tiempo», por eso al principio del post decía que un smartpone puede abrirte un mundo de posibilidades. Al fin y al cabo las tecnologías sólo son empoderadoras si las utilizas en tu provecho. Si no, sólo servirán para que otra gente se aproveche de tí.